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Orientar la acción educativa hacia el desarrollo integral de los niños y jóvenes en los aspectos éticos, morales, espirituales, físicos, psíquicos, intelectuales, sociales, afectivos, cívicos, estéticos y demás valores humanos.

Propiciar los ambientes educativos adecuados, para que el estudiante pueda desarrollar las habilidades y estrategias del pensamiento superior.

Orientar al estudiante para el logro de aprendizajes significativos, que le permitan la adquisición de estructuras mentales sólidas y ayuden al desarrollo de su proyecto de vida.

Lograr que el estudiante se reconozca a sí mismo como miembro de la sociedad civil, capaz de ejercer su autonomía y el cumplimiento de los deberes y el ejercicio de los derechos.

Brindar relaciones significativas con el mundo natural, social y cultural que reafirmen el sentido de pertenencia, el respeto por la diferencia, el cuidado por la naturaleza, la convivencia social y el goce por las dimensiones culturales y estéticas.

Orientar al estudiante en la toma de decisiones con respecto a su vida personal y comunitaria a través del gobierno escolar, y de esta manera prepararlo para la participación ciudadana.